Pues va a ser que no. Al parecer esta ensaladilla «de rusa tiene lo que tú y yo». Lo afirma Ana Vega Pérez de Arlucea en su libro Cocina viejuna (2018: 156-59). Biscayenne, que es el alias de esta rigurosa periodista de investigacion gastronómica, derriba así uno de los grandes mitos de la cultura culinaria que se había hecho universal gracias a la difusión de internet.
La tradición venía atribuyéndole la propiedad de esta receta al cocinero belga Lucien Olivier (1838-1883), del famoso restaurante Hermitage en el Moscú de los zares; local célebre por su lujosa ensaladilla rusa cuya fórmula particular se llevó Olivier a la tumba.
Pérez de Arlucea documenta la primera receta de «russian salad» en The Modern Cook: a Practical Guide to the Culinary Art in All its Branches. En este recetario, anterior a 1846, obra de Charles Elmé Francatelli, cocinero italo-británico de la Reina Victoria de Inglaterra, se apellida por primera vez de rusa una ensaladilla; es decir, antes de que Olivier cumpliera ocho años.
Una rusa en el III Campeonato.En el III Campeonato de Málaga de Ensaladilla Rusa, que tuvo lugar en 2017, compitió la ensaladilla más rusa de la historia de este concurso. La presentó el restaurante Ispaña (Plaza de la Merced, 16, 29012 Málaga), donde sólo se elabora por encargo por un cocinero oriundo de la Madre Rusia. Este nos contó que en su país existen tantas recetas de ensaladilla rusa como familias que la elaboran. Se trata de un plato que se tenía en las casa para poder ofrecer algo de comer a las visitas que llegaban a deshora.